El trabajo
de los seres humanos debe incluir el cuidado y el mantenimiento de la tierra,
el planeta en el que vivimos.
Trabajar
para lograr este objetivo es una idea unificadora.
Y es un valor.
Los seres humanos
no deben estar solamente dedicados a
obtener el alimento, la vivienda y el cuidado de su grupo familiar, sino que
debe entrar en su consideración todo lo que lo rodea y el lugar en el que
viven.
Sabemos que
los pueblos primitivos adoraban la naturaleza y especialmente la Tierra por lo
que ella les brindaba. Como amaban y celebraban al Sol, por su calor y su luz.
Lo vivían
como un armonioso intercambio de amor y agradecimiento.
Al cuidar
la Tierra se estaban cuidando a sí mismos.
Preguntémonos
en qué ayudamos cada uno de nosotros al mantenimiento de la vida en la Tierra.
Si la
respuesta es negativa busquemos un camino para poder hacerlo y si es positiva
afirmémonos en el que estamos recorriendo.
No hay trabajos mayores o menores, mejores o peores, todos son buenos si ayudan
a nuestro propio desarrollo, al de los demás y al cuidado de la vida en nuestro
Planeta.
“Reconozcamos el trabajo
de los seres humanos como un valor”