LA GENTE NECESITA PALABRAS
Escucharlas, pronunciarlas.
Ciertas palabras.
Nuevas, aunque existían.
Pero que ahora no están.
Muy pocos las pronuncian
Salvo en ciertos lugares
O en la intimidad.
Volvamos a usar esas palabras para que,
Como un gran remolino, espanten
Las absurdas palabras ofensivas,
hirientes, vacías e indiferentes
Que hay alrededor.
Quién dice hoy paz, confío y esperanza?
Quién escucha decirlas como antes?
Traigamos las palabras que queremos
Las amadas respetadas palabras.
Busquemos en los libros, la memoria y los rezos,
En esas viejas cartas y papeles
Que alguna vez guardamos,
Esas buenas palabras que nos faltan.
Cada cual siembre una,
Diciéndola primero para sí,
En silencio, para que eche raíces.
Y luego, de a poquito, en voz alta,
Comparta esas palabras con los otros.
Esté atento a las que usted escucha
Y difúndalas, desde la imprenta de su corazón.
Si pronunciarlas no le es suficiente
Haga “graffiti” con ellas donde pueda.
Algo sucederá, quizás no ya, ni afuera
Pero, seguro, dentro y algún día.
Y los pronunciadores de palabras,
De esas buenas palabras
Se escucharán, se reconocerán
Y se amarán los unos a los otros.
Leopoldo J. Godoy
Director de CENTRO SATTVA
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