Hemos llegado al 4º Sendero. Los tres primeros ya han sido
recorridos.
El primero, el de la CONCIENCIA. Allí vimos la importancia de conocernos y
conocer a los demás tanto externa como internamente.
Lo que pensamos, lo que
sentimos, como actuamos en la vida y el tipo de respuesta que recibimos.
Y lo
mismo tratamos de ver y comprender en los demás.
El segundo Sendero, el de la AUTOCONCIENCIA, fue una mirada
hacia nuestro interior para contactar con nosotros mismos y descubrir un
espacio interno donde encontramos nuestro eje y un punto de apoyo para vivir en
plenitud.
El tercer Sendero, que habla del AMOR nos permitió ver la
importancia del amor por los demás y lo que nos rodea. Nos ayudó a abrir
nuestro corazón para lograr un acercamiento cada vez más profundo con los otros
seres y con nuestro entorno.
Con los elementos que estos tres senderos nos brindaron estamos
en condiciones de ampliar nuestra visión, a través de la propuesta del Cuarto
Sendero: Lograr una nueva percepción del lugar que ocupa el ser Humano en el
Cosmos
¿Cómo ubicarnos frente
a él? ¿Cuál es el lugar que en él
ocupamos?
La ciencia nos muestra que somos parte de él desde su
origen: desde el Big Bang, cuando una pequeña partícula explotó y se expandió
en el espacio que se iba creando al mismo tiempo. De esa explosión surgieron
millones de partículas que se fueron transformando en átomos, moléculas y
células que dieron lugar a la vida que conocemos, en los reinos vegetal, animal
y humano.
Esto muestra la unidad
de origen de todo lo que existe. Compartimos los elementos generadores de
la vida.
La conciencia de esa unidad
es el punto de partida para la búsqueda de la unión.
El pasado común nos orienta en el futuro hacia la unión.
Para poder alcanzarla debemos buscar en nosotros, los que
compartimos esta etapa de la vida, las
acciones, actitudes y conductas nobles que pueden llevarnos a ella.
Esas “conductas nobles”
que buscan la unión y la armonía son los Valores
Humanos.
Estos son creaciones humanas surgidas en la interrelación
entre los seres y reconocidos, cada vez más por todos, como elementos para
favorecer el desarrollo humano en la búsqueda de una vida compartida, armoniosa
y creadora.
Los Valores Humanos son nuestras herramientas para la concreción
de un mundo mejor.
Cuando los Valores comienzan a desaparecer sentimos
nostalgia por ellos y lamentamos su pérdida.
Intuimos que son nuestro capital para seguir desarrollándonos
como humanos.
Reconocerlos y mantenerlos vigentes es nuestra responsabilidad
y, al mismo tiempo, una oportunidad.
La respuesta a la pregunta de cuál es el lugar que ocupamos
en el Cosmos puede ser encontrada en el recorrido de este 4º Sendero.
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