miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿DE DONDE SURGEN LOS VALORES HUMANOS?

Los valores humanos surgen en la relación entre los seres humanos.
Se muestran a través de actos de ayuda y colaboración entre las personas, con su entorno y en aquellas conductas que nos elevan en lo personal.
Lo que hemos recibido a través de acciones, palabras, gestos, acompañamiento, interés y preocupación por nosotros nos hacen sentir que no estamos solos. Alguien nos ha brindado lo que necesitábamos en un momento oportuno o nos ha guiado o acompañado para concretar aquello a lo que aspirábamos.
El agradecimiento y la memoria ayudan a afirmar los valores humanos.
Tengamos presente también lo que nosotros hemos dado, pero enfocado sobre todo en lo que se genera en el otro al recibir la ayuda. 
Cuando actuamos desde los valores éstos quedan registrados en quien lo recibe en su corazón como un sentimiento profundo, en su mente como un recuerdo agradecido y en su espíritu con sensación de plenitud interna.
En esos lugares es donde debemos buscarlos cuando una ola de pesimismo y desaliento nos invada.
Y no sólo admiremos la acción de quienes actúan utilizando los valores humanos, sino que nosotros mismos busquemos aplicarlos cuando sea necesario.
Si te interesa apoyar al Movimiento por los Valores Humanos, simplemente habla en tu entorno de su existencia y de su propósito, aprende a verlos y a mostrarlos.
Esta es una forma de promoverlos.
Algo hay que hacer si queremos lograr un mejoramiento en las relaciones humanas.
Si estás de acuerdo con lo que busca el Movimiento acercate.
Hay mucho por hacer en el presente y para el futuro.
Escribinos a godoylbl@sinectis.com.ar o
en facebook a Movimiento por los Valores Humanos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

AGUA, SEMILLA, LUZ...VALORES HUMANOS

Una gota de agua hace que haya más agua.
Una semilla plantada en la tierra hace que haya  más plantas, más flores y más frutos.
Una pequeña luz unida a otras luces, iluminan más y más lejos.

Lo mismo sucede con los Valores Humanos. Cada valor reconocido, nombrado y mostrado a través de nuestros actos perdura y a la vez se amplía y se expande.

Parecerá que una acción individual es muy poco, pero como  todo ocurre en el espacio y en el tiempo, las palabras  que integran  los Valores Humanos se trasladan y ocupan lugares donde son reconocidas, valoradas, mostradas a través de los actos, los que a su vez son reconocidos, nombrados y mostrados…
Así, las conductas individuales se vuelven conductas colectivas.

De esta manera podemos cambiar nosotros, los demás y el entorno.
Lo primero es reconocer los Valores Humanos: este es el comienzo del Movimiento.
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Pero no tenemos que ser solamente admiradores de los Valores Humanos, sino que tenemos que convertirnos en sembradores de dichos Valores.

Sembrar Valores…  Desde las conductas nobles, desde las actitudes nobles, en el trato con los demás. Sentirse un instrumento de difusión de un nuevo enfoque para relacionarnos.
Así ayudaremos al cambio que la Humanidad necesita y espera.

Decidámonos. Como dicen los Jefes de la Nación Hopi: “Nosotros somos, aquellos que estamos esperando”.

Podemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.
Unirse al Movimiento por los Valores Humanos puede ser una posibilidad.

Te estamos esperando.

LA RESPUESTA DEL PAPA FRANCISCO:
"Hace unos meses, cuando el Papa Francisco estuvo en la Jornada Mundial de la Juventud, en Brasil, el Movimiento por los Valores Humanos tuvo la oportunidad de escribirle y contarle acerca de sus objetivos.  Quiero compartir con todos ustedes la hermosa respuesta a la carta enviada que llena de  serena alegría a todos los que apoyamos el Movimiento:

“Apreciable Leopoldo Jorge Godoy, el Papa Francisco agradece vivamente la manifestación de afecto y cercanía que recibió con tu saludo. Imparte su bendición. Anexamos la carta que confirma está hermosa noticia.

“Vaticano, 14 de octubre del 2013.
“Estimado en el señor: Con una atenta carta, acompañada de diversos mensajes, se ha dirigido al Santo Padre manifestándole sus sentimientos de filial afecto y adhesión.                                                                            
El Papa Francisco agradece esta muestra de cordial  cercanía y suplica que rece por él y por los frutos de su servicio a la Iglesia, al mismo tiempo que le imparte a usted, y a cuantos se han unido a esta delicada atención, la Bendición Apostólica.
Firmada por Monseñor Peter B. Wells. Asesor.                                                                                                                                                 



  


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